Para muchos nutricionistas y dietistas el desayuno es la comida fundamental del día, ya que dejarlo de consumirlo, nos afecta de forma notable a corto y a largo plazo. Algunas de las consecuencias de no desayunar (o sólo beber un poco de café) son un decaimiento general, mal humor, falta de concentración, bajo rendimiento físico e intelectual debido todo ello fundamentalmente a la falta de glucosa, cansancio, lo que a su vez supone una alteración de nuestro organismo. Comer temprano o desayunar eleva los niveles de glucosa en la sangre, y de esta forma ayuda al cuerpo a funcionar con mayor efectividad. El rendimiento diario mejora con un desayuno adecuado ya que ayuda a memorizar, concentrarse y aprender.
El desayuno basado en la dieta mediterránea es uno de los más sanos y recomendables. Se considera que un desayuno correcto debería aportar aproximadamente un 30% de las calorías totales consumidas al día. Idealmente, se le debería dedicar un mínimo de 15 minutos, en una atmósfera tranquila y relajada.
El desayuno debería incluir hidratos de carbono, como pan, cereales, galletas, tostadas, etc., una ración de lácteos (ejemplo: un vaso de leche) y alguna pieza de fruta.
A media mañana se puede comer alguna pieza de fruta, un pequeño bocadillo, zumo, etc.
Como conseguir el desayuno ideal
• Procure levantarse 15 o 20 minutos antes de lo habitual
• Reserve para el desayuno aquellos alimentos que le resulten mas apetitosos
• Piense en el desayuno como una comida mas, que debe ser preparada y programada
• Cene poco y temprano, o nada
• Deje la mesa del desayuno preparada la noche anterior.